Fray José de Sigüenza nació en el año 1511 en la ciudad de Sigüenza y falleció el 22 de mayo de 1606 en El Escorial. Este destacado personaje, perteneciente a una familia de renombre, dejó una huella imborrable en la historia, especialmente en el ámbito de la enseñanza y el aprendizaje de idiomas.
Desde temprana edad, a los 10 años, Fray José comenzó su camino hacia el conocimiento al aprender a leer. Su búsqueda de sabiduría lo llevó a ingresar al monasterio jerónimo de El Parral en Segovia. En el año 1561, dio inicio a sus estudios en la facultad de Artes de la Universidad de Sigüenza, donde perseveró en su búsqueda de conocimiento. En 1563, logró obtener el título de bachiller, marcando así el inicio de una vida dedicada al estudio y la enseñanza.
Fray José de Sigüenza, además de su faceta como erudito, destacó como historiador, poeta y teólogo español, viviendo en la transición entre los siglos XVI y XVII. Su compromiso con la educación y la difusión del conocimiento lo convirtieron en una figura relevante en la historia de la enseñanza de idiomas.
Su conexión con la orden de los jerónimos le permitió desempeñar roles destacados en la corte real de España. Fue consejero del rey Felipe II y asumió la responsabilidad de bibliotecario en el Monasterio de El Escorial.
Uno de los logros más notables de Fray José de Sigüenza fue su contribución a la Historia Eclesiástica a través de su obra “Historia de la Orden de San Jerónimo,” escrita entre 1595 y 1605. En esta obra, los lectores pueden encontrar una detallada descripción de la construcción del Monasterio de El Escorial, dividida en tres partes: la vida del Santo, la crónica de la Orden y la descripción del propio Escorial.
El estilo literario de Fray José se caracteriza por su sobriedad y elegancia, sirviendo como modelo de clasicismo. Su maestría en la comunicación de ideas complejas en un lenguaje claro y accesible lo hizo ampliamente elogiado, incluso por figuras notables como Unamuno.
En resumen, la vida y obra de Fray José de Sigüenza nos inspiran a apreciar la importancia del conocimiento y la educación en la historia. Su legado perdura como un testimonio de la dedicación a la enseñanza y la promoción de la sabiduría en la sociedad española de su tiempo.
Imagen: Manuel Salvador Carmona, Public domain, via Wikimedia Commons
